La encina es un árbol de hoja perenne que se distingue fácilmente por sus frutos, las bellotas. Que se caracterizan por estar parcialmente cubiertas por una cúpula formada por escamas.
Son árboles monoicos, lo que quiere decir que las flores son unisexuales y se encuentran en el mismo árbol. Las flores masculinas se agrupan en inflorescencias colgantes llamadas amentos. Las flores femeninas aparecen en amentos menos poblados, en las axilas de las hojas nuevas.
Las hojas de la encina, en esta subespecie, son ovado-elipticas y cuando el árbol es joven suelen presentar el borde espinado. Por el haz son verde oscuro y por el envés son grisáceas y algo pelosas.
El tornasol es una hierba anual de la familia de las euforbiáceas que está presente en rastrojos y bordes de caminos desde el verano hasta el otoño. Sus hojas son ovado romboidales y están cubiertas de pelos estrellados y blancos.
Es planta monoica con flores masculinas con pétalos diminutos y amarillos, estambres y anteras azul oscuro, casi negro cuando maduras. Flores femeninas sin diferenciación entre pétalos y sépalos, todos estrechos y con escamas blanquecinas.
El fruto es globoso y trilocular cubierto de escamas blancas. Cada lóculo contiene una semilla negruzca. De esta planta se obtiene un tinte llamado tornasol que sirve como indicador ácido-básico.
